En este mundo tan complejo con un sistema esencialmente capitalista en el que realmente los ciudadanos vivimos, nos resulta a veces muy difícil no caer en la tentación consumista de la potente propaganda publicitaria y su incentivo de gasto en bienes o servicios que evidentemente no resultan imprescindibles para nuestro día a día personal o familiar.
A casi nadie se le escapa que son muchas las fuentes mediáticas que insisten en el mayor consumo de productos o el uso y disfrute de servicios de ocio ofertados de manera tan insistente, emocional y provocadora, que invitan a su aprovechamiento inmediato y oportunista a cambio de pagar parte de nuestros ahorros o capital.
La pregunta que todos nos hacemos ante las miles de ofertas del mercado publicitario puede ser la siguiente: ¿Por qué no voy a aprovechar esta promoción y sus ventajas financieras? Pero antes de sucumbir a este tipo de lógicas tentaciones tan efectivas como humanas deberemos reflexionar hasta qué punto sabemos distinguir entre la necesidad, el capricho y el despilfarro.
A continuación a efectos de formación financiera para nuestros muchos lectores y seguidores en Finanzas personales, vamos a destacar algunos interrogantes personales, o en qué aspectos de consumo debes fijarte y analizar, para poder determinar si tus cuentas mensuales se ven sometidas a unos gastos (que quizá no sean del todo lógicos o necesarios), por lo que podrían estar perjudicando seriamente tu presente y futuro financiero.
- ¿Cuándo compras tienes el dinero para pagarlo? Intenta pagar con tu dinero ahorrado y así evitar el pago aplazado o a crédito.
- ¿Compruebas los precios antes de las rebajas y las promociones? Periódicamente en el año aparecen días de rebajas y es necesario que sepas con antelación el precio de los productos que deseas, para así poder compararlos después y verificar el ahorro publicitado.
- ¿Compras productos para marcar estatus social? Suele ser bastante habitual buscar “las marcas de moda” que representan un estatus social, pero que quizá no se corresponda con tu nivel económico-financiero.
- ¿Compras un producto para sustituir o modernizar? Es adecuado realizar la compra de elementos o productos por sustitución de los “viejos”, o si los actuales presentan claras ventajas energéticas y prácticas. Huye de modas y últimos modelos del mercado.
- ¿Estás comprando a cambio de tiempo familiar? Es muy común en esta sociedad avanzada que debido a diversas situaciones familiares o laborales puedas caer en la tentación de sustituir tu tiempo de pareja o familiar (hijos, padres), a cambio de la compra de productos o servicios a efectos de compensación emocional.
- ¿Crees estar dando un buen ejemplo de enseñanza financiera familiar? Al final, la educación financiera es parte importante de una buena formación integral para tus hijos y ellos repetirán la forma de ver el mundo del dinero que tú les hayas enseñado.
COMENTARIOS Y CONSEJOS FINANCIEROS
Para tener unas correctas finanzas personales saneadas nunca deberás caer en el ahorro obsesivo, ni tampoco el excesivo gasto impulsivo, una cosa es buscar las “gangas” en los productos de consumo y otra bien distinta es querer “estar a la última” cueste lo que cueste.
Las necesidades básicas se cubren mediante la adquisición de bienes o el uso de servicios de ocio, pero los excesos consumistas reiterados en el tiempo solo te llevarán a la acumulación de deudas, créditos o préstamos personales, que te pueden ocasionar en un futuro muy cercano verdaderos quebraderos de cabeza y algunas noches sin dormir.
Las cuentas dinerarias personales o familiares son como la vida misma, donde los excesos más temprano o tarde se terminarán pagando y lo que hoy en día resulta una situación de disfrute puntual se convertirá pasado un periodo temporal más o menos corto, en tiempos negativamente complejos de muy probables recortes obligados, agobios, miedos y otras preocupaciones financieras.
Sabiendo ser sensato y coherente con tus limitaciones económicas y controlando los gastos superfluos, siempre deberás recordar y asumir que para unas buenas finanzas es necesario: “Realizar compras de manera inteligente”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
Quien compra lo superfluo no tardará en verse obligado a vender lo necesario.
Benjamin Franklin