Si queremos conocer, saber y comprender más sobre seguros, es interesante que conozcamos aquellas normas, ordenaciones y disposiciones legales que sientan las bases de la actividad aseguradora en nuestro país. Unas normas, que como es comprensible, no se encuentran recogidas en una tan sola norma o ley, unas normas que se sustentan en distintas normas por los distintos tentáculos que cada una de estas tratan.
Cabe decir, que obviamente también, en este artículo no se van a tratar una y cada una de las leyes, normas u ordenaciones que pueden tener relación de algún modo con el ámbito de los seguros, pues sería tarea interminable y de extremada dificultad de comprensión, pues evidentemente las ramificaciones que puede alcanzar un seguro o la actividad aseguradora en sus distintas vertientes conceptos es inmensa, pero véanse aquí las principales.
Por un lado nos encontraríamos con la Ley 50/1980, de 8 de octubre, que trata sobre el contrato de seguro. Esta bien podría ser una de las principales leyes marco del sector, por la influencia que está tiene, ya que la misma se encarga de algo tan capital como regular la misma esencia de los seguros: los contratos que con ellos y a ellos nos vinculan.
Por otra parte nos encontramos con la ley 30/1995, de 8 de noviembre, de ordenación y supervisión de los seguros privados y ordenamiento, que como su nombre bien indica se encarga de establecer tal y como se deben regular y estructurar los distintos ámbitos del sector de los seguros privados.
A su vez, resulta de especial relevancia para el sector la ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y comercio electrónico. Esta ley resulta de especial interés para el sector, por la prestación intensiva que este hace de sus comunicaciones y servicios por vía electrónica.
Y por último, es interesante de nombrar la ley 15/1999, de 13 de noviembre, de protección de datos de carácter personal. Decir que está ley es de la que emanan y nos otorga todos los derechos sobre los datos personales nuestros que, en este caso, la compañía de seguros de la que somos clientes, o con la que hemos entrado en contacto, dispone.
En definitiva, un conjunto de leyes, normas y ordenaciones, que conjugadas con todas las demás interrelaciones legislativas que con el mundo de los seguros se generan, dan forma y contenido a este sector clave para el conjunto de la sociedad.