¿Deberías usar una tarjeta de crédito como fondo de emergencia?

La pregunta en concreto sería, si tengo un límite de crédito bastante alto que no estoy usando, ¿por qué no emplearlo como fondo de emergencia? Si las probabilidades de que vaya a tener que usarlo son bastante escasas ¿por qué debería tener una cuenta de ahorro con dinero líquido cuando podría estar invirtiéndolo y consiguiendo más beneficios por él en cualquier otro sitio?

No es una situación tan poco común. La gente ve muchas veces a las tarjetas de crédito como un fondo de emergencias -si algo pasa, lo cargan a la tarjeta y pagan las facturas más tarde. Y de hecho la mayoría de las veces este sistema funciona: es fácil de utilizar para hacer frente a un montón de emergencias sencillas, como un coche que se estropea y cosas así.

Aquí está el problema, sin embargo: el propósito de un fondo de emergencia es reducir el riesgo personal. Usar una tarjeta de crédito para esa función añade riesgo. Aquí expongo algunos de los riesgos a los que te enfrentas cuando usas una tarjeta de crédito como fondo de emergencia:

El «tamaño» de tu «fondo de emergencia» queda a merced de la compañía que expide la tarjeta. Y por lo tanto dicha compañía puede cambiar tu límite de crédito en el momento que quiera. ¿Tienes algunas facturas impagadas? ¿La compañía que expidió la tarjeta se tiene que apretar el cinturón? El resultado final a eventos como estos es, con frecuencia, la bajada del límite de crédito -y eso significa que acabas de perder una buena parte de tu «fondo de emergencia», y quién dice que esto no ocurra justo en el momento en que lo necesitas.

Los intereses pueden ser muy gravosos. Pierdes tu trabajo, así que empiezas a tirar de tarjeta para comprar alimentos o gasolina. Con el tiempo, digamos que terminas acumulando 4000 € de deuda. Después, encuentras un nuevo empleo, pero no es fácil saldar esa deuda, especialmente si tiene, por ejemplo, un 19% de intereses. El mínimo de pagos cada mes se pone en cientos de euros, y eso solamente alcanza a cubrir los intereses y una pequeña parte de la deuda principal. Para la fecha en que hayas saldado toda la deuda, habrás pagado un montón de gastos de financiación. En pocas palabras, para emergencias reales que requieren una suma de dinero importante, el uso de tarjetas de crédito te supondrá un penoso gasto.

Te expones a la ley de Murphy innecesariamente. Usar tu tarjeta de crédito como fondo de emergencia también te hace vulnerable a otros tipos de riesgos menores. El robo de identidad es un riesgo potencial. También lo es que en el momento en que tengas una emergencia ya hayas usado la tarjeta para alguna otra cosa.

huchaUn fondo de emergencia colocado en una cuenta de ahorro tiene un riesgo menor que la opción de la tarjeta de crédito. Es seguro y no va a desaparecer de repente.

He visto dos argumentos básicos en contra del uso de un fondo de emergencia condinero líquido:

Es complicado ahorrar tanta cantidad de dinero. Si quieres tener cubiertos seis meses de salario en tu fondo, vas a tener que ahorrar seriamente durante un buen período de tiempo. Con la «solución» de la tarjeta de crédito, puedes tener el dinero a mano muy rápidamente. Esta conveniencia hace que muchas personas justifiquen el uso de la tarjeta.

Si te encuentras en esta situación, es decir, usando la tarjeta de crédito porque es difícil ahorrar tanto dinero, tu mejor opción es establecer un plan de ahorro automático para ir acumulando efectivo en tu fondo de emergencia personal. Obviamente, si estás en una situación en la que no puedes hacer frente a tu emergencia más que con la tarjeta de crédito, no tienes más remedio que usarla, pero no debes elegir permanecer en esa situación en el largo plazo. Toma medidas para que tu posición financiera sea más segura -empieza con el plan de ahorro para transferir parte de tu sueldo a una cuenta de forma regular.

Una cuenta de ahorro no da tantos beneficios. Otras personas opinan ven ese efectivo guardado como una inversión, y por lo tanto argumentan que debería colocarse en otro lugar donde hubiera mayor potencial de beneficios. Sin embargo, un fondo de emergencia se crea con la intención de que sea estable y líquido -puedes acceder a él siempre que quieras y no pierde valor inesperadamente. Si invirtieras ese dinero en efectivo de otra forma, por ejemplo en bolsa, perdería su estabilidad y puede que también su liquidez (dependiendo de cómo lo inviertas).

Mi sugerencia es que consideres tu fondo de emergencia como la parte líquida de tu carpeta de inversiones total -es la parte segura y estable. Esto te permite la libertad de seleccionar otras inversiones más agresivas.

He aquí la conclusión: un fondo de emergencia, colocado en una cuenta de ahorro, es lo más seguro que hay, y esa es la característica principal que se le debe exigir a un fondo de emergencia. Si confías en la tarjeta de crédito para cubrir gastos imprevistos, lo mejor es que empieces a hacer la transición -intenta probar con el plan de ahorro automático para transferir efectivo gradualmente de tu salario a tu cuenta de ahorro.

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One Response to “¿Deberías usar una tarjeta de crédito como fondo de emergencia?”

  1. Apagando fuegos | Comparativa Bancos | The Simple Dollar | CdB

    […] respuesta a esto es bastante obvia: hay que tener un fondo de emergencia preparado. También es buena idea pagar un seguro si realmente lo […]

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