Preparándote para lo inevitable – MF31 – Día 28

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Hoy vamos a hablar de la planificación de un testamento, algo que mucha gente no hace. La verdad es que no es algo necesario para todo el mundo, pero si fuese necesario para ti, necesitas un tiempo para hacerlo.

Lo primero de todo, determina si necesitas hacerlo o no. Yo suelo hacer dos preguntas: ¿hay personas que dependan de ti? ¿Y tienes familiares o amigos a los que quieres darle tu dinero cuando fallezcas? Si tu respuesta es «sí» a cualquiera de las dos preguntas, entonces es el momento de poner en marcha un plan legalmente vinculante. Si tu respuesta a ambas preguntas es «no» (para mucha gente joven es así), entonces no lo hagas, las leyes se harán cargo de repartir tu dinero.

Si necesitas hacer el testamento, no escatimes en gastos y contacta con un abogado y hazlo bien. Pregunta a gente que te pueda asesorar a cerca de un abogado que pueda manejar tu testamento. No suele ser muy caro, pero si te garantiza que el documento va a estar debidamente preparado merece la pena el esfuerzo.

Sin embargo, hay algunas cosas básicas que debes saber antes de ir:

En primer lugar, el testamento es el documento que muestra lo que quieres que suceda con tu patrimonio cuando fallezcas. Hay un gran inconveniente: en la mayoría de jurisdicciones, para que tu testamento esté bien ejecutado legalmente, debe pasar primero por un proceso legal conocido como Protocolización Judicial del Testamento que puede ser costoso.

Así, algunas personar optan por establecer un fideicomiso (también llamado un fideicomiso revocable), una entidad jurídica a la que una persona puede otorgar la totalidad de su patrimonio mientras está viva. El fideicomisario está legalmente obligado a seguir las normas del fideicomiso, que generalmente dejan de aplicarse cuando la persona que configura la confianza muere. Dado que estos activos son propiedad del fideicomiso y no de la persona, a menudo no están sujetos a prueba (es decir, no debe ser probada su propiedad) . El único inconveniente es que puede ser costosa.

Una vez más, para asegurarte te que todo va bien, solicita asesoramiento jurídico para asegurarte que haces las cosas bien y que el documento es legalmente correcto. Para mí, es el dinero mejor gastado.

Utiliza una hora para pensar qué es lo que deseas hacer con tu patrimonio y, a continuación, ponte en contacto con un abogado. Saber que vas a dejar las cosas bien hechas una vez que estés en el más allá es un gran alivio para mucha gente.

¿De acuerdo? Continuamos el próximo día.

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