Lucha por controlar nuestra psicología inversora

El mundo actual está cambiando y con él, los distintos conceptos o creencias preconcebidas históricamente y referentes a lo que llamamos “guerras convencionales”. Pues igual estará ocurriendo en los mercados financieros donde los futuros conflictos, volatilidades e incluso manipulaciones bursátiles (hackers) podrán estar expuestos a los ataques cibernéticos (hace unas semanas fue Wanacry) generados desde otros teclados y ordenadores desde cualquier lugar de este planeta bursátil tan globalizado.

Sabiendo que el futuro económico-financiero de los mercados de valores dentro de unos años estará lleno de incertidumbres y miedos ante la tecnología aplicada al delito y sus graves consecuencias dinerarias entenderemos que, las próximas “batallas financieras” se deberán ganar en el terreno de Internet y para ello es prioritario realizar una apuesta muy clara por la ciberseguridad en los diferentes sectores empresariales más vulnerables a este tipo de posibles ataques. Pero no todo son complejos sistemas electrónicos que puedan modificar cotizaciones, alterar fraudulentamente datos financieros o perjudicar alguna empresa en particular, mediante magnificación masiva de falsas noticias negativas sobre ella. Muchas veces, no son necesarias este tipo de amenazas tan mediáticas y publicitadas para los futuros pequeños y medianos inversores, porque el peligro puede no venir del exterior… si no… ¡De ellos mismos!

LUCHA CONTRA NUESTRA PROPIA PSICOLOGÍA INVERSORA

En distintos artículos anteriores de esta sección Consejos de Bolsa hemos repetido insistentemente, sobre la vital importancia de la psicología inversora a la hora de poder tomar buenas decisiones de inversión en los mercados de renta variable. Estamos siempre sometidos sobre todo al principio de nuestra andadura por los mercados de valores al condicionante del estado de ánimo, la frialdad operativa, nivel de ego o la falta de sensatez del inversor. Siempre que firmamos un contrato financiero estructurado, adquirimos participaciones en fondos de inversión o la compra directa de acciones cotizadas en Bolsa estaremos asumiendo unos riesgos controlados y que deberán ser acordes con nuestro propio perfil inversor.

En muchas ocasiones es el propio inversor novel el que de forma testaruda y poco razonable se empeña en luchar contra el mercado (mala psicología) repitiendo varias secuencias de apuestas inversoras negativas y erróneas perjudiciales para sus bolsillos apoyados en cálculos o estrategias, que quizá sirvan para el medio-largo plazo en sus carteras, pero que para el corto actual se muestran totalmente ineficaces.

La frustración personal se podrá apoderar de este tipo de inversores menos experimentados en los mercados bursátiles y la lógica decepción inicial les puede llevar a considerarse: “Inútiles o incapacitados para invertir en Bolsa”. Huyendo de actitudes o pensamientos de novatos que nada ayudan en las inversiones futuras será momento de reflexión y recapacitar sobre lo que se ha hecho mal con anterioridad, a la hora de entrar en el valor, colocación de Stop Loss, posible inmovilidad ante fuertes correcciones de precios o no haber sabido dejar correr los beneficios ante situaciones de clara tendencia alcista del mercado.

COMENTARIOS Y CONSEJOS DE BOLSA

Cuando el pequeño y mediano inversor pueda verificar que una apuesta inversora le ha salido negativa para sus intereses en vez de bramar, perder confianza, coger miedo o relamerse sus “heridas” deberá de forma didáctica y formativa recapacitar y visualizar detenidamente su estrategia, su operativa y los movimientos del mercado observando y comprobando el análisis fundamental y el análisis técnico sobre el valor o índice elegido.

Aprender de nuestros errores primerizos es básico y esencial, para poder llegar a ser un futuro buen inversor con capacidad de ganar dinero en la Bolsa. Conocer y asumir riesgos controlados, las ventajas bursátiles, nuestra propia psicología inversora ante el mercado y sobre todo, las limitaciones financieras de cada inversor evitará repetir los mismos errores.

Aprender, formarse, estudiar y siempre respetar el mundo de la inversión bursátil puede ser una actitud o camino financiero excelente, para aquellos que una vez tomada la importante decisión de intentar rentabilizar de manera adecuada su capital en las bolsas de valores, también sean capaces de conocer y asimilar el concepto, premisa o factor prioritario de éxito futuro, que en la actualidad supone la: “Lucha por controlar nuestra psicología inversora”.

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La frase elegida para este artículo dice así:

Lo más importante es tener un método para permanecer con las posiciones ganadoras y deshacerse de las posiciones perdedoras.

Gary Bielfeldt

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