Rumasa de nuevo

Ruiz-Mateos disfrazado de Superman en los 80Estos últimos días muchos hemos tenido la sensación de haber vuelto a los años 80. Ruiz-Mateos y su conglomerado de empresas, Nueva Rumasa, vuelve a estar de actualidad cuando han transcurrido casi treinta años de la expropiación de la Rumasa original.

Recientemente Ruiz-Mateos, acompañados de sus hijos varones, aparecía en rueda de prensa para anunciar que diez de sus principales empresas (Clesa, Dhul, Trapa, Elgorriaga, Gavey, Carcesa, Hotasa, Hibramer, Quesería Menorquina y el Rayo Vallecano) entraban en preconcurso de acreedores acogiéndose al artículo 5.3 de la Ley Concursal, con el objetivo de ganar tiempo y evitar la suspensión de pagos mientras se negocia con los acreedores y se intenta tranquilizar a los inversores. Estas diez sociedades serían responsables de la mayor parte de la deuda bancaria de Nueva Rumasa, que se calcula en unos 700 millones de euros.

Conglomerados como Nueva Rumasa tienden a ser penalizados en los mercados por lo que se conoce como descuento de conglomerado, al considerarse que es probable que ofrezcan una menor rentabilidad. Algunos conglomerados, como Virgin, han contenido mantenerse en buena forma gracias en gran medida a la fortaleza de su marca. Otros cuentan con unos objetivos comerciales claros.

Virgin y Nueva Rumasa son las dos caras de la misma moneda. Ambos negocios tienen al frente a dos personalidades fundadoras muy reconocibles: Richard Branson y José María Ruiz-Mateos, pero este tipo de desarrollo empresarial personalísimo tiene claras debilidades. Entre ellas la necesidad de servir al ego de la persona que hay tras la marca y a su necesidad de poder, que es lo que en muchos casos está detrás de la adquisición de una gran diversidad de empresas y negocios.

Lo que no cesa de sorprenderme es que unos pagarés sobre cuyos riesgos la CNMV advirtió hasta en siete ocasiones hayan conseguido encontrar inversores privados. Tras el fiasco de Forum Filatélico se podría pensar que estos inversores potenciales se lo pensarían dos veces antes de poner su dinero en unas emisiones que garantizaban un 8% de rentabilidad en plena crisis, teniendo en cuenta además que Nueva Rumasa no consolida holding y, por tanto, no puede emitir dichos pagarés, sino que tiene que hacerlo a través de sus distintas empresas. Por si todas estas señales fueran poco alarmantes de por sí, la emisión de pagarés se hacía a un plazo de como mínimo un años, lo normal en estos casos, ya que se suelen usar para conseguir circulante, pero en la publicidad se hablaba de financiar nuevas inversiones con el capital obtenido, por lo que empezaríamos a ver retornos significativos a medio y largo plazo. Por supuesto, estos pagarés no estaban en modo algunos tutelados por la CNMV ni podían cotizar en ningún mercado secundario. Como se puede apreciar, la operación no parecía clara desde un principio.

Ahora estos inversores se encuentran con que de llegarse al concurso de acreedores, serían los últimos en cobrar, ya que bancos y cajas como el Santander o Cajasol, junto con Hacienda, la Seguridad Social y el Fondo de Garantía Salarial, estarían entre los acreedores preferentes. Lo que es peor, al no tratarse de un holding, el patrimonio total de Nueva Rumasa no responde de las deudas de las distintas sociedades que se acogen bajo su paraguas. El hecho de que se esté empezando a oír que habrá querellas por estafa contra el grupo no es precisamente algo que pueda tranquilizar a los pequeños inversores.

Este nuevo escándalo económico me ha llevado a preguntarme hasta qué punto las ideologías políticas o las creencias religiosas pueden impulsar a determinadas personas a decidir dónde llevar a cabo sus inversiones. Parece claro que solo la confianza ciega en la persona de Ruiz-Mateos podría motivar a un ahorrador a invertir su patrimonio en un negocio tan poco claro. Sin embargo, tal vez me equivoque y el fenómeno obedezca a causas completamente distintas. ¿Cuáles son vuestras opiniones?

One Response to “Rumasa de nuevo”

  1. vgdf

    Es la maldición de un país de analfabetos funcionales. Lazarillos de Tormes sfgs aprovechandose de quijotes hidalgos. Nada nuevo bajo el sol.

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