¿Qué tienes que perder?

Este post está dedicado a todos los que han terminado sus estudios universitarios (o la ESO, por qué no) y se están preguntando qué van a hacer ahora, cuál es la siguiente etapa. Si eres uno de los afortunados que ya lo saben y lo tienen planeado, ten en cuenta que estás en minoría.

La disyuntiva que se les plantea a muchos estudiantes es si lanzarse a la búsqueda de su trabajo soñado (buena suerte) o si seguir estudiando: una carrera, un doctorado, un máster, etc. Es este mundo que funciona a base de dinero, estoy convencida de que muchos estudiantes elegirían sin duda un trabajo bien pagado si lo encontraran antes que continuar con sus estudios, por mucho que la materia les apasione.

Desde una visión un poco parcial, y ahora que estoy estudiando la materia que siempre quise, estoy en contra de este punto de vista.

En primer lugar, la necesidad de poner dinero en el banco aparece en función de tus responsabilidades. Si estás recién salido de la escuela o la universidad y no tienes nada a tu nombre salvo, como mucho, un coche, tus responsabilidades no son muchas. Además, no tienes una carrera laboral que proteger. No tienes que pagar una hipoteca, no tienes pareja, ni hijos.

Estás solo tú, con tus sueños, tus habilidades y tú potencial. Y nada más.

En segundo lugar, tampoco tienes unas necesidades financieras del día a día. Es perfectamente normal a esa edad vivir con los padres o compartiendo piso. La necesidad de comida para una sola persona no suele representar un problema.

Esa gran cantidad de dinero que muchos creen que necesitan va destinada, en muchos casos, a la compra de caprichos, y no deberían permitir que esos deseos interfieran con dar un paso adelante para alcanzar sus sueños.

Así que, recapitulando, tus necesidades de ingresos son muy bajas. Solo eres responsable de ti mismo. Todo lo que necesitas es un techo sobre tu cabeza y comida, cosas que la mayoría de los estudiantes tienen cubiertas.

Al no necesitar el dinero, lo mejor es decidirse por un trabajo que no interfiera en tus estudios. Un trabajo parcial o por horas es ideal para este propósito. Emplea tu mente y tu cuerpo en poner las bases del futuro que quieres.

No hay un tiempo mejor en la vida que aquél en el que somos lo suficientemente libres como para olvidarnos de las precauciones y averiguar a dónde puede llevarnos lo que realmente nos apasiona. Si no lo logramos, no habremos perdido gran cosa – un par de años, como mucho. Si funciona, habremos abierto una puerta que nos llevará a hacer lo que queremos.

¿Qué tienes que perder? No mucho. ¿Y qué ganar? La vida de tus sueños.

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