Los tests de estrés a las entidades europeas

Hoy mismo conoceremos los resultados de los tests de estrés a los que se han sometido varias entidades financieras europeas, concretamente 91, de manera voluntaria y que determinará el estado de salud de las mismas.

Pero, ¿qué son exactamente estos tests de estrés?

Se trata de un análisis del comportamiento de las entidades financieras en dos escenarios macroeconómicos diferentes, uno básico, o de referencia, y otro adverso, en el que se determinan variables macroeconómicas negativas. Estas variables son, dependiendo del país, el PIB, el paro o la inflación.

En este escenario adverso, una entidad financiera habrá superado el test de estrés o prueba de solvencia si consigue mantener el 5% del coeficiente de capital (es decir, capital, reservas y otros activos que le permitan hacer frente a los riesgos asumidos).

Un 5% que determina el nivel entre suspender y aprobar, pero hay que tener en cuenta que luego hay grados de suspensos y grados de aprobados, por lo que hay que valorar igualmente en qué nivel se encuentra cada entidad.

De las 91 entidades financieras examinadas y cuyos resultados conoceremos hoy, 25 son españolas, trece alemanas, seiss y cinco italianas. Luego, le siguen Dinamarca, Francia, Holanda, Potugal, Suecia y Reino Unido, con cuatro, Austria e Irlanda, con tres, Bélgica, Chipre y Esolvenia, con dos, y Finlandia, Hungría, Luxemburgo, Noruega, Polonia y Malta, con una.

Según la agencia de calificación Moody’s, del total de 91 entidades presentadas al menos 26 no superarán el examen, lo cuál sería ciertamente problemático.

Sin embargo, ha habido mucha polémica con respecto a estos tests de estrés ya que, por un lado, algunas entidades alemanas han decidido salirse de las pruebas a mitad de camino ante el evidente riesgo de suspenso, y a que a las entidades españolas no se les está admitiendo como reservas las que tienen por obligación del Banco de España.

En cualquier caso, con los resultados que obtengamos esta misma tarde podremos hacernos una idea real del estado en el que se encuentra nuestro sistema financiero y la capacidad que tenemos en Europa para hacer frente al futuro que se nos viene encima en los próximos meses.

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