La inversión bien administrada es posible

Queridos lectores, esta semana los inversores nos encontramos a los mercados de bolsa sumidos en la pura y dura indefinición en cuanto a la dirección y tendencia futura a tomar, debido en parte –muy importante– por la resolución del segundo paquete económico de ayudas de la Unión Europea hacia el gobierno griego, en un tema que parece no terminar nunca, con la incertidumbre y volatilidad que eso trae a los mercados de renta variable.

Tampoco es una ayuda precisamente que según la Oficina Federal de Estadísticas alemana, la poderosa economía de este país se contrajo entre octubre y diciembre de 2011 al reducirse su producto interior bruto –PIB- un 0,2% frente al trimestre anterior, además de conocer que las economías de Holanda e Italia han entrado oficialmente en recesión… Bueno, reconociendo no encontrarnos actualmente en las mejores de las situaciones macroeconómicas en la euro zona, los “pequeños y medianos inversores” no deben olvidar – y más aún en momentos complejos- los conceptos básicos que priman en una correcta gestión de su patrimonio inversor. Por ello, hoy vamos a observar y verificar que: “La inversión bien administrada es posible”.

La inversión en bolsa es una recurso, que buscan como opción, las personas que intentan conseguir con sus capitales una mayor rentabilidad que la ofrecida por otros activos financieros de renta fija, que a veces, no llegan a superar en sus rendimientos ni el nivel del índice de inflación, por lo que en muchos casos, ese dinero pierde poder adquisitivo o -lo que es lo mismo- es una forma de… perder capital.

El participar en los mercados de bolsa supone para casi todos inversores ilusión, emoción, miedo, riesgo, tensión psicológica, emocional y física e incluso euforia. En los casos donde el acierto de la “apuesta inversora” se traduzca en buenos beneficiosplusvalías– estos, les reafirmarán en sus capacidades técnicas y de análisis para participar en la renta variable de las empresas cotizadas.

Lo que para unos inversores es una especie de “cruzada bélica”, para otros es simplemente una forma distinta de ganar dinero, una vez realizadas las correspondientes actuaciones obligatorias de formación, planificación, conocimientos de los productos y mercados, elección de broker, selección de valores y como siempre repetiremos en esta sección, la palabra mágica del inversor es: “DISCIPLINA”.

La disciplina es muy necesaria e incluso imprescindible para poder comprar o vender los títulos en el momento adecuado y previamente establecido, no dependerá de la cantidad de dinero invertida, no debe influir el perfil del inversor, no deben condicionarse las decisiones a tomar por noticias e informaciones, simplemente, cuando se llegue a las cotizaciones deseadas o al objetivo previsto de venta… ¡¡¡ Se vende y a otra cosa!!!

COMENTARIOS Y CONSEJOS:

La inversión en los mercados de valores es utilizada por millones de personas en el planeta, como fuente de generación de ingresos particulares o corporativos y para los más afortunados llega incluso a ser una forma de ganarse la vida, pero por desgracia, para la mayoría de los “mortales” no suele ser lo habitual y el porcentaje de los que consiguen ganar según diversos y múltiples estudios no suele superar el 15% de los que lo intentan.

Conocida esta circunstancia de la renta variable, el inversor capacitado y que suele tener acierto en la bolsa se puede enfrentar a un problema bastante común para muchas personas, que es, su capacidad posterior para administrar el capital más los beneficios. Llegar a descubrir que: “La inversión bien administrada es posible”, marcará la diferencia entre seguir aumentando su nivel de ingresos o “tirar por la borda” todo el esfuerzo y el riesgo asumido en la inversión ya que son muchos los casos de individuos que siendo auténticos expertos para las inversiones, no son capaces de mantener su nivel de vida económico debido a una evidente falta de capacidad en la administración de sus bienes.

El binomio inversión-administración es primordial para conseguir mejorar o mantener una posición económica cómoda y solvente, el conjunto de estas dos actividades unidas conformarán el éxito de una gestión responsable, a su vez, generará la estabilidad financiera necesaria del inversor al dar un buen uso al capital acumulado más los beneficios obtenidos.

(Ver artículosSaber elegir un producto financieroyLa decisión de invertir en Bolsa).

La frase elegida para este artículo dice así: «Quien no guarda cuando tiene, no gasta cuando quiere».
Nosotros desde Consejos de Bolsa, seguiremos informando y aconsejando para lectores como usted. Esto será otro día.

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