Golpe preventivo contra vender a los amigos

Hace algún tiempo, escribí sobre los peligros de vender productos a la familia y los amigos. Recientemente me han contado un caso similar y se me ha ocurrido una carta preventiva contra este tipo de estrategias de venta. Eres libre de copiarla y editarla como te parezca para enviársela a tus amigos. Al final hasta te lo van a agradecer.

Querido amigo:

Hace poco, uno de mis otros amigos me invitó a su “reunión” de [Tupperware/Thermomix, etc.]. Fui porque sentía que tenía que apoyarle – después de todo, es mi amigo.

Cuando llegué a la reunión, había un montón de productos que me parecieron bastante caros y, la verdad, no quería comprarme ninguno. Pero como se trataba de mi amigo y estaba poniendo tanto empeño en conseguir ventas, al final me sentí culpable y compré algo. Y ahí se marcharon mis 30 €. El producto en cuestión está ahora cogiendo polvo en un rincón, hasta que encuentre alguna excusa para regalárselo a alguien.

Cuanto más lo pienso, más me irrita. ¿Por qué tengo que comprar productos que no quiero ni necesito para mantener una amistad? No creo que las ventas y la amistad sean una buena combinación.

Así que hagamos un trato desde ya. Me comprometo a no organizar este tipo de reuniones y “cobrarte” por nuestra amistad invitándote. Así no te sentirás obligado a comprarme algo solo porque seamos amigos. Y tú te comprometes a hacer lo mismo por mí. ¿Hay trato?

Sinceramente, tu amiga…

En otras palabras, lo mejor es ser directos en cuanto a este tema. Deja claro que no quieres participar en esas reuniones (si no quieres) – y al mismo tiempo deja claro también que nunca usarías la amistad de esa forma en tu beneficio.

Sí, ya lo sé, ahora saldrá un montón de gente diciéndome lo contentos que están con este o aquel producto que compraron en una reunión de este tipo. Este artículo no va dirigido a vosotros. Si los productos realmente os interesan, ¡buscad una reunión en vuestra zona y acudid!

Tampoco estoy poniendo ningún pero a la calidad de los productos en sí. Muchos de ellos son totalmente correctos en ese aspecto, aunque yo no los definiría como un chollo, ni mucho menos. También habrá gente que me quiera contar que sus amigos estarían o están encantados de tener una oportunidad así. No dudo que sea cierto en algunos casos. Sin embargo, apostaría a que algunos no están nada encantados y solo están siendo educados y amables. Conozco a mucha gente que entra dentro de esta última categoría.

Si te gustan este tipo de reuniones, ¡genial! Organízalas para gente que no sean tus amigos. Si están interesados, en cuanto sepan lo que estás haciendo acudirán por su propio pie. Deja siempre muy claro que no estás mezclando la amistad con el negocio para que no se sientan obligados.

Mi prevención es lógica porque opino que este tipo de asuntos pueden perjudicar una relación de amistad. En cuanto la gente percibe que la relación es más bien una obligación a la que no quieren atender, las cosas empiezan a enfriarse. Y la comisión que obtengas nunca merecerá la pena; el precio es demasiado alto.

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