Finanzas personales o hacer el avestruz

Hoy estaba comiendo con un amigo cuando me ha preguntado «Oye, ¿qué puedo hacer con el dinero que consiga ahorrar? Porque ahora me pondré a ahorrar«. Me ha recordado el caso que comentaba Eva en su entrada «experiencias de los lectores«, y es que nunca nos planteamos qué hacer con el dinero que ahorremos, ni siquiera el cómo ahorrarlo o cómo hacer frente a imprevistos. Todo ello se engloba en lo que son las finanzas personales, algo que se asume tedioso. De algún modo me recuerda la típica frase de «las finanzas son para los ricos» que lo que consigue es que sean los no-ricos los que se quedan enganchados con cláusulas aberrantes o se vuelvan adictos a la droga del crédito fácil, al «pago esto mañana, que total, sólo es un 1%», algo que unido al «quiero esto y lo quiero ahora» ha dejado a bastantes personas empantanadas.

Como adultos deberíamos ser responsables, y la táctica del avestruz no sirve para deshacerse de los problemas. Podemos obviar nuestro balance, ignorar el estado de nuestras cuentas y seguir haciendo lo que nos gusta, pero mientras proclamamos «las finanzas son para los ricos» nuestro dinero va desapareciendo.

Como ya he dicho anteriormente, las finanzas personales se asume que son algo tedioso, pesado y que requiere tiempo, pero presentan dos puntos importantes:

  1. Muchas veces son intercambiables con sentido común
  2. El empezar es un pequeño esfuerzo que supone una gran mejora

El primer punto es que mientras tengamos sentido común no acabaremos en una situación económica suficientemente mala, pero por otro lado, a poco esfuerzo que le dediquemos podemos conseguir mejoras importantes, si bien, cuanto mejor sea nuestra situación, más costará mejorarla.

Ejemplo: planteamiento básico de finanzas personales en una tarde

Como ejemplo pondré un mileurista que cada mes ha de pagar 400€ de alquiler y 300€ en comida. Habitualmente sale los fines de semana y se deja los 300€ restantes. En el banco tiene 50€ ahorrados en una cuenta y una tarjeta de crédito porque es muy conveniente el aplazar pagos.

Mirando la salud financiera de esa persona no nos espantamos, dado que no tiene préstamos pendientes, no obstante, anda por la cuerda floja, esperando el día en que haya un imprevisto por el que deberá acudir a un préstamo o tirar de tarjeta, igual que si decidiera irse de vacaciones. Algo tan simple como eso puede desbaratar completamente la situación.

En una tarde se puede mejorar la situación siguiendo una lista de puntos relativamente corta y simple.

  1. ¿Pagas comisiones en el banco? De ser así, cambia de banco, hay bancos que no te cobran comisiones. Ni por la tarjeta. Una diferencia al año de 12-50€ sin despeinarte, y para siempre.
  2. ¿Tienes algo ahorrado para imprevistos? Es necesario tener guardado como mínimo una mensualidad «por lo que pudiera pasar». Idealmente deberíamos tener unos 12 meses, así, incluso en un peor caso de quedarnos en paro y agotar la prestación podremos seguir haciendo.
  3. ¿Tienes los ahorros en una cuenta que te ofrece intereses? El dinero para imprevistos lo puedes tener en una cuenta remunerada, que ahora mismo te dará un 1,5% o un 2% sin cobrarte comisiones, pudiendo sacarlo sin problemas. La diferencia anual va de los 14€ netos a los 170€ (1 mes o 12 meses reservados). Cada cierto tiempo se ha de mirar si hay algo mejor, pero eso se puede hacer relativamente rápido, cada 2-3 meses.
  4. Si tu nivel de ahorro no es suficiente ¿Puedes prescindindir de alguno de tus gastos? Esta claro que a todos nos gusta salir, irnos de vacaciones, vivir en un piso grande y céntrico o comer en calidad «gourmet», pero si llegamos a fin de mes apretados, esta claro que algo falla, que ese nivel de vida no lo podemos llevar, por mucho que nos guste ver las películas en alta definición o los últimos estrenos comiendo palomitas. En el caso del ejemplo, sólo con dejar de salir un fin de semana al mes estaríamos hablando de ahorrar 900€ al año, casi una paga. Comprando la comida de oferta y congelando podemos ahorrar más de un 5%, otros 180€ al año.
  5. Si tu nivel de ingresos no es suficiente ¿Puedes complementarlo de algún modo? Por ejemplo impartiendo cursos. Este es más problemático, dado que requiere tiempo y tenerlo en cuenta a la hora de hacer la declaración de la renta, declaración de impuestos, etc.

Seguro que me dejo algún punto, pero en Get Rich Slowly o The Simple Dollar se cubre muy bien esta temática. Aún así, considerando los puntos anteriores, los 50€ disponibles en la cuenta a inicio de ejercicio se han convertido en más de 1.000€ al final, sin esfuerzos excesivos, por sentarse una tarde y planificar algo las finanzas personales. Y como comentaba en el artículo sobre el interés compuesto y la TAE, el segundo año recibirá los intereses sobre ese ahorro, unos 15€ a añadir a los más de 1000€ del segundo año. Pero es que el tercer año recibirá de intereses más de 30€…

El proceso de mejora es muy lento. ¿Se puede acelerar?

Sí, claro, pero si queremos resultados rápidos es necesario un tratamiento de choque. Nunca son agradables, pero a veces son necesarios. En el caso anterior, pasaría por prescindir de lujos, principalemente en la comida y en lo que respecta a salir, lo que supondría más de 2.000€, dos meses de trabajo. Incluso se podría valorar cambiar de piso de alquiler, algo que no nos solemos plantear pero que se nota bastante.  Como ejemplo de ello, tengo un buen amigo se quedó en el paro, y vió que la prestación no le permitía llegar a fin de mes holgado. Considerando que podría haber problemas familiares que requirieran su apoyo económico decidió sentarse con su pareja a ver las alternativas. La decisión de cambiar de casa es dura, pero acabaron por mudarse a un piso en las afueras, lo que ha supuesto bajar los gastos de alquiler de 900€ a 600€, ya incluyendo los gastos de transporte.

Conclusiones

Quizá la más importante es que las finanzas no son sólo para los ricos. De hecho, los no-ricos son probablemente a los que les supone más diferencias en el día a día, permitiéndoles pasar de ir con el agua al cuello a nadar apaciblemente, aunque para ello se tengan que tomar decisiones difíciles y hacer sacrificios.

3 Responses to “Finanzas personales o hacer el avestruz”

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