Deuda pública vs. Depósitos bancarios

En los últimos meses y a medida que la prima de riesgo de la deuda pública española se ha ido disparando, la rentabilidad de los bonos y las letras del tesoro también ha crecido de manera proporcional, con lo que se han acercado sobre manera a la rentabilidad que venían ofreciendo los bancos con sus depósitos bancarios, en la llamada guerra del pasivo.

Hay que recordar que durante los momentos más duros de la guerra del pasivo se llegaron  a ofrecer rentabilidades que superaban el 4%, algo insostenible teniendo en cuenta que, entonces, el Euribor se encontraba por debajo del 2%. Sin embargo, el Gobierno corrigió ligeramente esta situación con la penalización que sufrirían todos los depósitos que ofrecieran una excesiva rentabilidad y con ello el tipo de interés de los depósitos bancarios comenzó a decrecer.

Casi de manera paralela, el interés de la deuda pública se ha disparado ante la incertidumbre de los mercados, con lo que el tipo de interés de los bonos y las letras del tesoro se ha incrementado de manera exponencial, superando ya la rentabilidad de los depósitos bancarios que se han quedado atrás.

Además, la deuda pública ofrece ciertas ventajas en la fiscalidad que no tienen los depósitos bancarios. Así, y a pesar de que los beneficios de ambas fórmulas de ahorro se ven gravadas con los mismos porcentajes, ésto es 19% y 21%, en función de la cantidad generada, la deuda pública mejora a los depósitos en una cuestión fundamental.

Y es que mientras que los depósitos bancarios gravan su rentabilidad de manera directa, aplicando una retención, la deuda pública genera todos los intereses para luego tener que declararlos en el impuesto de la renta del año siguiente, con lo que se gana un período de tiempo con el dinero en el bolsillo con lo que se pueden realizar nuevas decisiones de ahorro o de inversión con el dinero que se tiene.

En este sentido, parece que la deuda pública se coloca por delante de los depósitos bancarios en cuanto a interés para el ahorrador, a pesar de lo cuál, los segundos siguen liderando las preferencias de éstos, según todas las encuestas.

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