Cómo manejar tus vicios financieros

Cada uno de nosotros tenemos una serie de artículos o actividades por las que estamos dispuestos a pagar más dinero de lo normal. De hecho, tomar la decisión de pagar más o menos por algo es uno de los puntos principales de las finanzas personales.

Si estás dispuesto a pagar un extra por todo, acabarás endeudado enseguida. Y a la inversa, si no estás dispuesto a pagar un extra por nada, acabarás quemado por un exceso de frugalidad. Cuando nos fijamos en nuestros gastos, es probable que descubramos un par de vicios financieros de los que no nos habíamos dado cuenta.

¿Qué es un vicio financiero?

Personalmente lo defino como “un gasto reiterado que estamos dispuestos a incluir en nuestro presupuesto y que puede parecer excesivo, raro o absurdo para la mayoría de los expertos en finanzas personales”. Muchos de nosotros tenemos uno o dos vicios financieros que no se corresponden con el resto de nuestro presupuesto. Son el tipo de gasto que hace que nuestra familia y amigos nos digan: «pero, ¿en qué estabas pensando?».

Algunos de estos vicios son saludables – gastos en alguna cosa que nos apasiona y que nos aporta un beneficio. Otros no lo son, y nuestros allegados pueden tener su parte de razón al escandalizarse. Los vicios que no nos aportan nada son una fuente potencial de daño financiero, más allá de nuestro presupuesto.

4 preguntas que te ayudarán a controlar tus vicios financieros

1. ¿Es algo impulsivo? Piensa bien si ese gasto que estás haciendo es meditado o una compra por impulso. Si tienes pareja, es una buena idea que uno controle al otro en este tipo de gastos, porque siempre es más fácil advertirlos desde fuera.

2. ¿Tiene que ver con tus objetivos a largo plazo? Esta es una pregunta dura, porque la mayoría de nuestros gastos trabajan en contra de nuestras metas financieras. En este caso tenemos que considerar qué beneficios nos reporta ese gasto. Puede ser que nos ayude a mantenernos en forma, o nos aporte mucha diversión, o nos ayude a mantener nuestro equilibrio mental cuando nos enfrentamos a una situación estresante.

3. ¿Lo podemos controlar? Esta es una pregunta interesante. Si tienes una personalidad que tiende a las adicciones, es posible que tengas que luchar bastante para mantener el equilibrio y el control sobre tus gastos. Yo, por mi parte, intento evitar cualquier cosa que sea “coleccionable”, porque tengo tendencia a engancharme a ese tipo de productos.

4. ¿Estamos todos implicados? La mayoría de nosotros vivimos en familia (nuestros padres, nuestra pareja, etc.). Lo más importante de todo es que cada miembro de esa familia se implique en el presupuesto familiar. Tener este tipo de apoyo es muy importante a la hora de mantener nuestra disciplina, y hay que tener mucho cuidado con los vicios financieros porque pueden generar mucho resentimiento. Estar abierto a conversar sobre ellos es tremendamente importante para que eso no suceda.

Si tienes un gasto que parece excesivo, aplícale estas cuatro preguntas. La mayoría de las veces no podrás encontrar respuestas satisfactorias, y podemos estar ante un caso claro de vicio financiero.

Limitando nuestros vicios

Permitirte un vicio puede ser muy gratificante, pero si no tienes cuidado, puedes acabar queriendo permitirte todo lo que te apetece. Para controlar esta tendencia, lo ideal es permitir uno de esos vicios y restringir el resto. Para algunos esto es muy fácil porque ¡no tenemos dinero para permitirnos otro! Bromas aparte, sería interesante contrastar tus opiniones sobre este asunto. ¿Tienes algún vicio financiero? ¿Qué haces para controlarte en ese sentido?

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