Aprende las lecciones correctas de tus errores financieros

Todos cometemos errores financieros normalmente en nuestras vidas. Muchas opciones de inversión o de ahorro nos parecen correctas en un determinado momento pero luego resultan ser malas decisiones.

Cómo aprender de tus erroresO no ahorramos lo que pensábamos, o no ganamos tanto con nuestra inversión como creíamos o incluso peor, perdemos algo de dinero.

Esto ocurre en todos los aspectos de nuestras vidas: nuestra carrera laboral, nuestras vidas personales y cualquier otro aspecto donde se tomen decisiones y debas vivir con las consecuencias.

Yo no soy una excepción a esto. Se me ocurren infinidad de veces, incluso muy recientemente, donde hice lo que me pareció una elección apropiada y correcta. Solo para descubrir más tarde que no lo era.

Muchas veces, en el aspecto financiero, esto ocurre por querer ahorrar de más y que al final acabemos gastando mucho, porque ya sabes “lo barato sale caro”. O porque seamos demasiado ambiciosos y hagamos inversiones con mucho riesgo y alocadamente.

A continuación, vamos a ver una serie de pasos que puedes tomar para identificar el error, tomar lecciones de esos errores y aplicarlos a tu propia vida.

Asume que has cometido un error

El primero paso para utilizar un error en mejorar es darte cuenta de que has cometido un error. A menudo, no está claro incluso que hayas cometido un error, se podría creer que tu plan está bien diseñado y que el mal resultado proviene de cosas fuera de tu control.

Sobre todo esto ocurre muchas veces con las inversiones, compras las acciones de una empresa y de repente en vez de subir su cotización baja o la compraste por su dividendo y resulta que lo rebaja, es muy típico echarle la culpa al mercado, a los especuladores, en vez de a nosotros mismos.

Siempre que recibas un mal resultado lo primero es buscar al culpable en ti mismo. Casi siempre hay algún aspecto de tu proceso de elección que ha salido mal, alguna parte que podrías haber hecho de otra manera o prepararlo de otra forma.

En el caso de una mala inversión, ¿estudiaste bien la situación de la empresa? ¿Tanto su evolución bursátil como su balance?

Aun cuando la culpa parece obvia que no es tuya directamente, seguro que podrías haber hecho algo para amortiguar el golpe.

Busca cuál ha sido la clave de la decisión incorrecta

A veces tendrás un mal resultado y serás completamente incapaz de ver cómo podría ser tu culpa. Es muy fácil caer en la trampa de echar la culpa siempre a fuentes externas en lugar de a nosotros mismos.

Es sobre todo muy fácil hacer esto cuando el error que cometiste no es evidente a simple vista. Dedica a tiempo a buscar entre todas tus suposiciones para averiguar cuál era la incorrecta. Finalmente, encontrarás donde está el error que cometiste.

Si compraste Telefónica por su jugosa rentabilidad por dividendo y ahora estás decepcionado porque lo ha eliminado, tal vez el error estuvo en suponer que la rentabilidad que estaba dando era sostenible. O asumir que la directiva haría un sobreesfuerzo y lo mantendría.

Identifica las razones por las que tomaste esa decisión incorrecta

Una vez que hayas descubierto la elección errónea que has hecho, es fácil decir que con no hacerlo así la próxima vez ya está todo solucionado. Sin embargo, eso sigue siendo el camino fácil.

¿Por qué tomaste esa decisión?¿Cuáles fueron tus razones para hacer esa elección? Es muy probable que tu error fuera solo una consecuencia de un defecto más amplio que debes investigar en detalle.

Volviendo al ejemplo anterior, tal vez debes analizar mejor las empresas en las que inviertes. Para conocer con mayor eficacia cuáles tienen sus dividendos sostenibles y cuáles no. Tal vez te falte paciencia. Tal vez no debas invertir en «telecos».

Construye un plan para hacer frente a esos defectos

Una vez hayas descubierto la cuestión de fondo ¿qué vas a hacer al respecto? Has hecho el trabajo de campo para descubrir algún aspecto de ti mismo que necesita una mejora, por lo que es necesario que establezcas un plan para trabajar ese aspecto.

Si estás tratando de superar un error y sacar un provecho de él, es útil para ti desarrollar un plan diario para abordar ese error y buscar maneras de evitarlo. ¿Hay algo que puedas hacer o practicar todos los días que poco a poco te lleve a un camino diferente?

De esta forma de una manera sencilla y más rápida de lo que crees, podrás ir eliminando tus hábitos financieros nocivos modificándolos por otros mejores.

Comparte este plan con los demás

Antes de comenzar a aplicar el plan, habla del mismo con algunas personas que estén cerca de ti, como familiares y amigos, que estén dispuestos a ofrecer consejos honestos. Es muy fácil que seamos demasiado radicales con la solución o también que ésta no sea suficiente y que no la veas así por ti mismo, siendo necesario que nos lo haga notar otra persona en la que confiemos.

Comenta cada paso del plan y la lógica por la que estableces cada paso y pídele su opinión. Escucha y ten en cuenta lo que te digan, modificando el plan según lo que te comenten.

Si tienes a alguien tu vida en la que confíes plenamente en su juicio, habla con esa persona. Comparte tus errores y trabaja con ella para asegurarte de no volverás a cometer otro fallo.

El primer paso sin embargo depende de ti, ¿estás listo para tomarlo?

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