¡S.O.S, Rescaten! ¿Hasta cuándo aguantará España?

Rescatemos a EspañaEsta semana se presenta crucial para la economía española. La expectación en los mercados es máxima porque nuestra prima de riesgo, el sobreprecio que pagamos por colocar nuestra deuda con respecto a Alemania, lleva una semana instalada más allá de los 500 puntos básicos, rondando los 540. Dicho de otra forma, el Estado paga ya un 6,6% de interés por colocar su deuda a 10 años, lo que nos coloca muy lejos de países como Alemania que se financia afrontando un interés de poco más de 1%. Ante este panorama nos preguntamos, ¿cuál es el punto de inflexión que desataría la intervención de Bruselas?

Grecia, Irlanda y Portugal ya han sido objeto de un rescate directo por parte de la Unión Europea.En el caso de los griegos, la primera intervención coincidió con una prima de riesgo cercana a los 1.000 puntos. Para el Estado luso el límite fueron los 600 puntos básicos frente a los 580 de Irlanda. En definitiva, un interés rondado el 7% durante más de dos semanas fue el detonante de un rescate. España se acerca peligrosamente a ese límite pero muchos expertos siguen rechazando la posibilidad de que se produzca el fatal desenlace, ¿por qué?

El argumento más esgrimido es el tamaño de nuestra economía y la credibilidad de la misma. Es lo que aseguran una y otra vez desde el gobierno. Hay quien destaca que el nivel de endeudamiento de nuestra economía, del 70% del PIB que está muy lejos de países como Italia, con un nivel del 120%  lo que también pesaría en contra de un rescate. Otros expertos destacan, por ejemplo, que la intervención se produciría en caso de existir desconfianza en el gobierno en cuanto a su disposición para poner en marcha las medidas marcadas por Bruselas, algo que en el caso de España es impensable. También es importante tener en cuenta que el Tesoro ha aprovechado la primera mitad del año para colocar más deuda de la prevista, 85.900 millones de euros a medio y largo plazo. De esta forma el Estado tiene cubiertas más del 53% de las necesidades de financiación previstas en los presupuestos de este año por lo que puede comenzar a ser prudente en cuando en los precios de colocación de nuestra deuda. Pero, ¿cómo cambiarían nuestras vidas tras un rescate?

Para empezar, nuestra economía pasaría a obedecer, aún más si cabe, a los dictámenes de la Unión Europea, Banco Central Europeo o  Fondo Monetario Internacional. ¿Por qué? pues porque ellos sería los encargados de refinanciar las deudas a las que no hemos podido hacer frente y que nos han llevado a la intervención. Esa refinanciación marcaría unos intereses y unos plazos a los que el Estado tendría que hacer frente a través de la subida de impuestos y de más recortes en el gasto. Estaríamos hablando, por ejemplo, de un IVA al 23%, frente al 18% actual. Si atendemos a los que ya se ha hecho en los países intervenidos de facto, podría haber también  reducción de las pensiones, retraso de la edad de jubilación, recortes en salarios públicos, despido de funcionarios, subida de tasas, despido casi libre o bajada del salario mínimo interprofesional.

Sea como fuere, el final de esta historia aún está por escribir y no hay unanimidad sobre el desenlace. En lo que sí parecen coincidir expertos y políticos es en la necesidad de alcanzar un gran pacto de Estado que permita a España abandonar el abismo económico en el que se encuentra en uno de los momentos más delicados de la crisis económica.

One Response to “¡S.O.S, Rescaten! ¿Hasta cuándo aguantará España?”

  1. jesús

    Joder, que nosotros ya no somos España, ahora somos Es-pa-ña, esto es, mientras la selección siga ganando, aquí no pasa ná, de ná.
    Que los bonos a 10 años los pagamos al 7 % y a quién le importa, hemos ganado a Croacia.
    Que el gobierno no hace más que dar palos de ciego y negar la mayor, a quién le importa hemos pasado de cuartos y somos líderes de grupo.
    Que como no nos eche un capote Europa (o sea, la Merkel) no salimos de esta, a quién le importa, si «semos los mejores».
    Lo dicho, semos la ostia y que a nadie se le ocurra tosernos.

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