La decisión de invertir nunca está exenta de las lógicas dudas y temores ante la posibilidad de que ésta, en su finalización, no consiga obtener los beneficios esperados y deseados después de mucho tiempo de análisis, estudios y cálculos por parte del “pequeño o mediano inversor”.
Para seguir conociendo algo más a fondo el mundo de la inversión, debemos aprender un concepto nuevo para muchos individuos, es el llamado “coste de oportunidad”. En su concepto básico, lo podríamos definir como el dinero que un inversor o ahorrador “deja de ganar” por mantener actualmente su capital en un producto financiero en vez de en otro distinto. La búsqueda de la supuesta perfección inversora nos lleva a pensar que es imposible acertar siempre en la inversión ideal de manera permanente.
El coste de oportunidad o coste alternativo es un concepto utilizado en economía que permite valorar la mejor opción posible del inversor que éste no ha aprovechado cuando con sus recursos propios podía haber materializado otras inversiones posibles e incluso más rentables.
Como ya sabemos, la consecución práctica de la mejor inversión del planeta es algo irreal, por lo tanto, solo debemos aspirar a mejorar la rentabilidad de nuestra inversión, así como, la distribución y diversificación de los activos comprados. Prestar especial atención al “coste de oportunidad” nos ayudará a plantearnos diversas opciones, antes de realizar nuestra apuesta de inversión real en el mercado.
PRECEPTOS SOBRE EL COSTE DE OPORTUNIDAD
A continuación, para un mejor entendimiento del tema de hoy en la sección de Consejos de Bolsa, veremos algunos preceptos o normas que complementan y determinan el denominado “coste de oportunidad”:
- El rendimiento de la inversión: La lógica financiera determina que el rendimiento de una inversión debe ser al menos igual que el coste de oportunidad. De no ser así, será superior la pérdida por no invertir en un producto que lo que se ganará por la inversión ejecutada en la actualidad.
- El riesgo de la inversión y su fiscalidad: Son factores importantes a tener en cuenta para poder determinar la idoneidad de la inversión. El coste de oportunidad deberá contemplar el precepto rentabilidad-riesgo para poder ser asumidas por el inversor con todas sus consecuencias.
- Aceptación de los errores financieros: Es de vital importancia financiera aceptar que se ha cometido un error, ser reconocido y además ser reparado. Este error será parte de nuestra educación y formación inversora y nunca se convertirá en un lastre que nos impida avanzar hacia la meta del éxito en el mercado.
CONSEJOS SOBRE EL COSTE DE OPORTUNIDAD Y LA INVERSIÓN
Para conseguir una eficiente gestión de las inversiones es aconsejable partir de la base de que cometer fallos de cálculo de expectativas en las apuestas inversoras es “algo normal” y nunca deberá suponer una situación de quiebra, desánimo o sensación de falta de autoestima e infravaloración propia en el terreno financiero. Las inversiones en cualquier mercado se deben realizar utilizando “la mente fría”, no se caerá en precipitación, cambios bruscos e imprevistos en activos de moda o pánico inversor. Pero tan grave como estas actitudes negativas anteriores, existe otra igual de nefasta y más habitual de lo que se normalmente se reconoce, es el “quedarse bloqueado ante las perdidas”.
Una vez realizada una inversión con resultado final negativo para nuestros intereses, de nada sirve permanecer impasible esperando que el tiempo y el mercado se vuelvan a nuestro favor en un periodo más o menos cercano, solo la corrección de los errores y la adaptación hacia otros productos financieros podrán conseguir reparar o atenuar unas pérdidas iniciales no previstas… al plantearnos… “El coste de oportunidad”.
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La frase elegida para este artículo dice así: “Más fácil es hallar la fortuna que detenerla, como más fácil es ganar lo ajeno que conservarlo”, Francisco de Quevedo.