Planificación financiera: Patrimonio, objetivos y seguridad

Siempre que alguien piensa en ordenar su actual situación financiera con el lógico fin de poder conseguir mejores resultados y beneficios económicos para su bolsillo puede empezar planteándose esta cuestión principal: ¿Cómo se hace una adecuada planificación financiera? La respuesta más profesional para este tipo de interrogante no puede ser otra que, construyendo de manera seria y responsable una planificación de activos consistente en distintas fases y diversos procesos que les encaminen a la toma acertada de las correspondientes órdenes de inversión.

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Para empezar dicha tarea financiera el inversor deberá tener muy claro lo que busca con sus inversiones, conocer los plazos para conseguirlo o asumir sus propias limitaciones técnicas y dinerarias. Tener unos objetivos financieros diáfanos se deberá completar con el hecho de ser muy responsable a la hora de aplicar las estrategias inversoras que serán el fruto del sentido común, la firmeza, confianza, formación y sensatez, dado que el factor psicológico puede ser determinante para el éxito o fracaso final de la apuesta inversora realizada. Nunca deberán confundir los pequeños y medianos inversores sus deseos o esperanzas financieras con la pura realidad de los mercados, que en muchas ocasiones no suelen coincidir ni con en el momento elegido para la inversión, ni con los activos financieros seleccionados por los mismos.

FACTORES CLAVE DE UNA BUENA PLANIFICACIÓN FINANCIERA

Una vez que entendamos la importancia de intentar alcanzar el éxito dinerario en los mercados de renta fija o renta variable, a través de una buena gestión económica, por la vía de la planificación financiera será el momento de aprender algunos conceptos o factores imprescindibles que la componen:

  • Control o recuento de los ingresos para gastos personales y familiares.
  • Anotación de los activos financieros ya existentes en su patrimonio.
  • Cálculo de deudas y préstamos a corto y largo plazo.
  • Previsión de objetivos financieros a alcanzar.
  • Conocimiento de nuestro perfil de riesgo inversor.
  • Buscar el equilibrio entre el binomio rentabilidad/riesgo a asumir.
  • Realizar seguimiento del plan original y adaptarlo mediante revisión o ajustes a las circunstancias económicas y financieras de cada ciclo.

La búsqueda de la mayor seguridad financiera es un objetivo primordial para los ahorradores e inversores y con ello, la necesaria gestión profesional de sus finanzas personales que les garantice un futuro de mantenimiento o mejora progresiva de sus patrimonios actuales.

La exigencia y deseo de altas rentabilidades supondrá fuertes riesgos financieros para los inversores que las busquen, por tanto será preferible encontrar primero la sensatez, la responsabilidad y la mesura, antes de realizar una apuesta inversora en los mercados como solución financiera para otros posibles problemas adquiridos. Son muchas las personas que invierten su dinero de forma diaria en los parqués bursátiles, pero son muy pocas, las que de verdad de manera previa a la inversión se plantearon seriamente realizar una: “Planificación financiera: Patrimonio, objetivos y seguridad”.

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La frase elegida para este artículo dice así:

Unas elevadas expectativas son esenciales para triunfar, pero unas expectativas poco realistas son una pérdida de tiempo

P. Kaufman

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