El mundo endeudado y la máquina de hacer billetes

Por todos los inversores es sabido que las crisis económicas y financieras tienen un componente cíclico en este mundo tan globalizado a nivel de los mercados de valores y fue la última crisis de las hipotecas subprime (hipotecas basura), hace unos 10 años, la que con sus alegres préstamos a discreción y con altos niveles en los tipos de interés colapsó los mercados provocando la inmediata y drástica respuesta de los bancos centrales –FED y BCE- mediante la realización de una gigantesca inyección de capital y la rebaja urgente de los tipos de interés oficiales hasta situarlos en los mínimos actuales.

La crisis pasada puso en fuertes apuros a las economías de los países más avanzados y sus gobiernos solicitaron a los reguladores bancarios oficiales poner en marcha las máquinas de hacer billetes con la impresión de millones de euros y dólares originándose una relajación monetaria hasta ahora casi desconocida por los mercados. Estas políticas monetarias han puesto en manos de los gobiernos centrales, autonómicos y locales, grandes cantidades de “dinero barato” lo que ocasiona el fuerte gasto y posterior endeudamiento progresivo de las diversas instituciones públicas.

El problema ocasionado por las políticas de relajación de tipos e inyecciones de “capital barato” se destapará dentro de poco cuando se alcancen niveles extremos de deuda y los importantes estados del planeta no sepan qué hacer con ella… ¿Habrá un acuerdo de quita global?… ¿Subirán más los impuestos para pagar la deuda?… ¿Esto volverá a generar otra crisis económica?

Por el camino siempre estarán las guerras de divisas, un claro aumento de los tipos de interés o la imperiosa necesidad de un mayor crecimiento económico mundial a fin de que los gobiernos puedan cumplir con sus deudas, préstamos u obligaciones financieras contraídas, en la idílica esperanza de que la mayor riqueza económica del futuro cercano les conceda la posibilidad de obtener mayores recursos dinerarios para pagarlas.

COMENTARIOS Y CONSEJOS FINANCIEROS

Resulta evidente que el primer mundo industrializado ha pasado constantemente estas últimas décadas de las fábricas a la gestión financiera empresarial, la distribución o la logística y ahora la producción se ha trasladado a otros países en desarrollo con abundante mano de obra, menores nóminas y laxas legislaciones laborales.

Si el consumo y el crecimiento se ralentizaran debido a las incertidumbres económico-laborales en la zona euro o el gran mercado USA, el endeudamiento continuado por estas políticas actuales podría derivar en otra crisis financiera global como la pasada y de nuevo la generación de pérdidas de millones de empleos.

Solo el equilibrio entre los recortes en los gastos superfluos, buena gestión y un claro aumento progresivo de ingresos lograrán que nuestros países respectivos vayan dejando atrás el grave endeudamiento alcanzado hasta hoy. La rebaja del gran pasivo en gobiernos, autonomías, ayuntamientos, empresas y familias es primordial, para no llegar al punto de no retorno que daría lugar a pensar de manera globalizada que este exceso de deuda mundial contraída se puede convertir en… ¡Incobrable!

Los mercados de valores son extremadamente sensibles a cualquier tipo de ambiente de duda, incertidumbre o simple sospecha de insolvencia, y al igual que castiga de forma particular e inflexible la cotización de una empresa determinada por su futuro riesgo de pérdidas, será capaz de corregir de forma brusca y radical el menor atisbo de fractura en la confianza sobre el endeudamiento de las economías mundiales.

Con la lógica esperanza de que los organismos reguladores y supervisores internacionales FMI, FED, BCE, sean capaces de prevenir estos futuros graves riesgos para el bienestar de millones de personas, nuestros muchos lectores y seguidores de Consejos Bolsa, a modo de formación continua hoy habrán podido descubrir, estudiar, y reflexionar sobre: “El mundo endeudado y la máquina de hacer billetes”.

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La frase elegida para este artículo dice así:

Las elecciones no resuelven por sí mismas los problemas, aunque son el paso previo y necesario para su solución.

Adolfo Suarez

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