Estrategias para lograr la riqueza futura

Vivimos en un mundo actual donde el dinero es muy necesario para cubrir las lógicas necesidades básicas del individuo y su familia, pero también a la hora de poder mantener una cierta calidad de vida y así poder acceder a más bienes y servicios.

Una vez reconocida y asimilada la importancia de obtener un cierto capital dinerario para vivir mejor es cuando el pequeño y mediano inversor habitual seguidor de esta sección de Consejos de Bolsa se puede plantear la siguiente pregunta: ¿Cómo lo hago para poder mantener o aumentar mi actual salud financiera en el futuro?. Como nadie les va a regalar su dinero y éste tampoco suele caer del cielo será necesario realizar, aplicar y poner en práctica de forma disciplinada algunos consejos financieros en pos, de alcanzar un adecuado nivel objetivo de riqueza que les permita pasados unos años y en una fase vital más avanzada mantener o aumentar su poder adquisitivo y situarse en un nivel de confort económico óptimo, producto de haber adoptado buenas decisiones financieras años atrás en momentos laborales de mayores ingresos para el individuo.

ESTRATEGIAS PARA LA RIQUEZA FUTURA

Para lograr sus objetivos de futuro y alcanzar una excelente situación financiera usted deberá hacer esencialmente lo siguiente:

  • Objetivos de prioridad: Aquí necesitará tener muy claro y definir sus prioridades a conseguir pasados unos años clasificando sus deseos dinerarios por objetivos. Una vez realizada la lista se deberá ordenar según la importancia personal que le dé a cada uno de ellos.
  • Contratar un plan de pensiones: Ya no es cuestión de si es más o menos necesario en la actualidad, las evidencias sobre la reducción de capital en la “hucha de las pensiones”, el nivel demográfico descendente, los sueldos a la baja y las políticas sobre costes del mantenimiento social futuro (pensiones), nos obliga a buscar diferentes fuentes de ingresos muy necesarias para dentro de unas décadas. Las aportaciones periódicas a los planes de pensiones consiguen incrementar la cantidad de dinero acumulado para el futuro y descuentos fiscales a la hora de realizar la Declaración de Hacienda.
  • No acumular deudas: Puede parecer muy fácil de decir y quizá no tan simple de cumplir, no obstante, eliminar gastos superfluos o no imprescindibles e ir pagando con el dinero extra obtenido las pequeñas deudas acumuladas puede facilitar que, junto a la búsqueda de menores intereses refinanciados por la mismas se puedan eliminar en plazos más cortos.
  • Invertir en el mercado inmobiliario: La compra de viviendas, solares, bajos comerciales, cocheras…etc. Para fines especulativos dependerá primordialmente del ciclo económico del momento, las altas revalorizaciones de precios de los pasados años fueron desinfladas por “la burbuja del ladrillo en el año 2007”. Por tanto, no dejará de ser una apuesta dineraria incierta, volátil y de cierto elevado riesgo para el inversor de futuro.
  • Invertir en los mercados de valores: Sabiendo que esto siempre es opcional, cada persona deberá saber que la utilización del dinero “sobrante mensual o anual” se puede destinar para invertirlo en el mercado de Bolsa. Una vía inversora puede ser la aportación periódica a fondos de inversión de renta fija, mixta o variable, pero siempre teniendo en cuenta el binomio rentabilidad/riesgo (a mayor rentabilidad buscada le acompañará un mayor riesgo financiero para el inversor). Esta anterior opción o la compra-venta directa de acciones de empresas cotizadas en Bolsa se deberá realizar por parte del individuo mediante el asesoramiento profesional cualificado y adaptado a cada perfil inversor.

La búsqueda de alcanzar una mayor comodidad financiera pasados unos años, en la edad madura, que les facilite una buena calidad vital y dineraria es un deseo muy loable que haciendo bien las cosas se puede lograr. Teniendo muy claro o distinguiendo las necesidades básicas, los caprichos puntuales y los demás gastos superfluos se puede avanzar por la senda del éxito de manera sensata mediante: “Las estrategias para lograr la riqueza futura”.

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La frase elegida para este artículo dice así:

No sentir la avidez de riquezas es una gran riqueza; no tener la manía de gastar es una renta.

Cicerón

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