No cometer más errores financieros

De nada vale lamentarse cuando pasados ya unos meses en plena primavera (hemisferio norte) del presente año 2015, los individuos descubren que sus finanzas se presentan negativas, la falta de ahorro, las deudas y evidentemente, la actitud de mala distribución del gasto diario ha imperado en la conducta financiera familiar. Es una historia que se suele repetir para muchos ciudadanos debido a la coyuntural crisis de la economía europea que se arrastra desde el año 2008 y de cuya incipiente pequeña recuperación parece verse al final del túnel.

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Pero no siempre se le puede achacar la pobre situación de nuestras finanzas a problemas ajenos o externos a nuestro comportamiento, como supuestos buenos ciudadanos-ahorradores e incluso pequeños y medianos inversores, son muchas las conductas erróneas que se deben evitar para que el resto del año y los que han de venir supongan una sustancial mejora para nuestra economía familiar y para ello, repasaremos en este artículo de Consejos de Bolsa, algunas de las actitudes y operativas que repercuten en la delicada situación dineraria y que se deberán evitar o corregir, con vista a que en la evaluación financiera de final de año se pueda reflejar una sustancial mejora de nuestras finanzas y que sirvan de guía para los años posteriores. Veamos algunos de estos errores habituales que no deberemos seguir cometiendo:

  • NO planificar nuestro objetivo financiero: La pregunta que nos surge en este caso es la siguiente: ¿Qué prioridades financieras tengo?... Es muy importante tener claro para qué queremos el dinero que ganamos, para saber si se cumplen nuestros objetivos económico-familiares y a su vez, evitar caer en “la tentación” de realizar gastos superfluos o no calculados, que perjudicarán el ahorro para cuando posteriormente surjan las verdaderas necesidades financieras.
  • NO gestionar debidamente nuestros ahorros: Lo primero en lograr de forma inmediata es conseguir ahorrar un poco cada mes, una vez conseguido este primer paso de forma reiterada durante meses y acumulado un pequeño capital, se deben realizar las inversiones adecuadas a cada perfil y características del individuo y sus respectivas circunstancias familiares, laborales o financieras. Para ello, existen entre otros muchos desde los históricos depósitos a plazo, compra de Letras, Bonos, Fondos de inversión y por último, la inversión en los mercados de Bolsa (solo apta para inversores cualificados o debidamente asesorados por profesionales).
  • NO calcular el riesgo de los créditos: Si por circunstancias se ve en la necesidad de tener que solicitar un crédito financiero es necesario e imprescindible que conozca antes de proceder a firmar y ejecutarlo, cuál es su nivel personal de endeudamiento. Una norma no escrita pero que sirve de orientación suele indicar que este nivel de optima liquidación de deudas crediticias no deberá exceder del 30% de sus ingresos mensuales, no obstante, este porcentaje se deberá adaptar a cada individuo, tipo de préstamo y sus especiales condiciones financieras.

CONSEJOS PARA UNA BUENA GESTIÓN FINANCIERA FAMILIAR

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A veces algo tan simple en este mundo como no utilizar la lógica, la disciplina y el sentido común puede suponer que no consigamos tener debidamente equilibradas nuestras finanzas, el binomio ingresos/gastos es esencial para dicho equilibrio, por lo que un buen consejo financiero es realizar una realista organización de nuestros gastos y separar los fijos de los eventuales, imprevistos o simplemente caprichosos. La seria y responsable distribución del gasto mensual estabilizará las cuentas familiares y permitirá tener una mejor y más clara visión de qué parte de nuestro dinero se podrá destinar a “trabajar para generar más dinero”, consiguiendo con esto, una sustancial mejora futura de la economía familiar y mayores posibilidades de aumentar nuestro nivel de vida.

El nivel de tentación es muy grande, cuando se vive en economías marcadas por el consumismo más radical y donde la sociedad actual, diariamente nos “bombardea” con incentivos al consumo, ofertas varias, promociones, descuentos y un sinfín de estrategias comerciales muy estudiadas específicas para cada tipo de individuo.

Está en nuestras manos ser unos consumidores inteligentes, responsables, saber distinguir entre lo necesario y lo superfluo además, de ser conscientes de la propia capacidad psicológica para gestionar nuestras finanzas personales por el bien familiar de nuestros seres más queridos. Para conseguir éste deseado y tan necesario objetivo solo hace falta una cosa primordial… “No cometer más errores financieros”.

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La frase elegida para este artículo dice así:

Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo, demuestra que la educación ha comenzado

Epicteto de Frigia –Filósofo-

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