Siete hábitos para alcanzar la riqueza

Tendemos a definir nuestras vidas por los grandes eventos que nos ocurren: casarse, tener hijos, jubilarse, etc. Lo que a menudo pasamos por alto son las pequeñas cosas que hacemos todos los días, esas pequeñas cosas son precisamente las que hacen los grandes acontecimientos posibles.
Es lo que hacemos repetidamente lo que acaba produciendo la excelencia.
Hábitos para lograr la riquezaCuando se trata de dinero y riqueza, ¿qué es lo que hacemos con frecuencia? La seguridad financiera no puede ser reducida a una simple fórmula. Al igual que para conseguir la excelencia, la seguridad financiera es resultado de nuestros hábitos diarios.
Una persona con unos ingresos altos que tiene malos hábitos diarios no podrá encontrar nunca la seguridad financiera. Pero una persona con un ingreso bajo puede alcanzar la libertad financiera a través de buenos hábitos.

¿Cuáles son los hábitos de la riqueza?

Trabajo duro

El trabajo duro es el primer hábito. Lograr la seguridad financiera es a menudo el resultado de ser diligente cada día. Todos hemos oído historias de personas que se vuelven ricas ya sea porque les toca la lotería o por herencia. Por el contrario, lo que rara vez se oye, es la historia del maestro de escuela que trabaja duro durante 40 años y que poco a poco se las arregla para ahorrar un millón de euros.
El trabajo duro nos permite apreciar aún más la seguridad financiera que produce.

Vivir modestamente

Vivir modestamente puede producir grandes riquezas aunque se tenga unos ingresos modestos. Por el contrario, el gasto incontrolado puede hacer que se viva endeudado aunque se disfrute de unos grandes ingresos mensuales.
Lo importante en este punto es nunca vivir por encima de nuestras posibilidades. Únicamente comprar lo que nos permite nuestro dinero, nunca endeudarse y ahorrar cada mes.

Paciencia

Buscar atajos hacía la riqueza buscando acortar el viaje, provocan todo lo contrario, que se tarde aún más.
En la búsqueda de la riqueza, la impaciencia a menudo lleva a tomar decisiones con consecuencias nefastas. La paciencia, sin embargo, no se debe equiparar con la inacción o la pasividad. Más bien, practicando el hábito de la paciencia se producen decisiones a largo plazo que pueden producir riqueza y reducir al mínimo los riesgos.
El inversor americano Warren Buffett personifica la imagen del inversor paciente. Su éxito inversor a menudo es resultado de la paciencia, esperando el momento adecuado para comprar una empresa.

Perseverancia

Durante nuestras vidas, encontraremos momentos sencillos pero otros no tanto. Es en estos últimos momentos cuando cuesta más mantenerse desarrollando unos hábitos financieros correctos, pero precisamente es cuando es más importante hacerlo.
La perseverancia nos mantiene enfocados en nuestras metas y nos permite hacer frente a todos los desafíos, grandes o pequeños.

Equilibrio

Estamos constantemente bombardeados con informaciones contradictorias, sobre todo en el ámbito financiero. Igual que hace unos años comprar una casa es lo mejor que podías hacer, hoy en día es todo lo contrario. Rara vez se habla de un equilibrio entre ambos puntos.
Ser equilibrados en todos los aspectos de nuestras vida produce grandes beneficios.
En nuestras finanzas, el equilibrio nos muestra la importancia de vivir para el presente pero también cuidando nuestro futuro.

Autoconocimiento

Un buen autoconocimiento pone de relieve las motivaciones detrás de las decisiones cotidianas que tomamos. La autoconciencia nos permite comprender lo que nos motiva a gastar dinero, qué inversiones son las mejores para nosotros según nuestra tolerancia al riesgo y, por último, lo que producirá alegría en nuestras vidas.

Aprendizaje

El hábito de la formación permanente nos permite mejorar nuestras carreras, inversiones y hábitos de gastos. Así como otras áreas de nuestras vidas. El aprendizaje es un proceso durante toda nuestra vida. Tan pronto como pensamos que ya lo sabemos todo sobre una materia determinada, algo viene a recordarnos lo frágil que es ese conocimiento.
Haz de tu aprendizaje una meta diaria. Tus finanzas te lo agradecerán.

¿Qué nos enseñan estos hábitos?

Estos hábitos nos enseñan que lo que somos y lo que tenemos es el resultado de lo que hacemos diariamente.
La riqueza por lo tanto no es resultado de un acto, de un hecho puntual, sino del resultado de nuestros hábitos.

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