Serenidad financiera – El ingrediente que nos falta

tranquilidadSeamos sinceros: todos conocemos más o menos los conceptos básicos que llevan al éxito financiero. Hemos leído libros o blogs. Sabemos cómo controlar nuestros gastos y dónde aprender o a quién acudir para hacer inversiones. Pero muchos de nosotros seguimos estresados cuando se trata de dinero. ¿Cuál es el problema?

Terremotos financieros como esta crisis del 2008 no ayudan. Pero a pesar de lo brutal que ha sido la situación económica en este último año, la mayoría de nosotros seguimos relativamente en la misma posición económica que cuando empezó todo este lío.

¿Era tu situación financiera perfecta hace 12 meses y después >puf<, se volatilizó? Para algunas personas puede que este sea el caso, pero probablemente no es el tuyo. Ni el mío. Podemos tener algunas desventajas más de las que teníamos hace un año, pero si ahora estamos mal, probablemente no éramos tan solventes el año anterior.

Mi teoría es que, a veces, nuestro nivel de stress tiene poco que ver con el dinero. El dinero no puede crear tranquilidad; sólo tú puedes conseguirla. Lo que debemos hacer es encontrar un equilibrio. Tener más dinero siempre es deseable, pero es posible que no nos dé serenidad. Sin embargo, el equilibrio financiero sí -y no nos costará ni un céntimo. Podemos tenerlo desde hoy. Ahora mismo.

Un buen principio para alcanzar la serenidad que en ocasiones tanto echamos de menos consiste en aceptar las cosas que no podemos cambiar, tener la valentía de cambiar las que sí podemos y la inteligencia para distinguir a las unas de las otras.

Para empezar, debemos aprender a tomarnos con calma todo aquello que no está bajo nuestro control: cosas como la bolsa, los tipos de interés o los índices de desempleo. También debemos tener el coraje de cambiar las cosas que están en nuestras manos: educación y ética del trabajo, por ejemplo.

Claro que es muy fácil decir esto, pero muy complicado ponerlo en práctica, ¿no es cierto? Quiero decir, mientras se lee este artículo, es fácil estar de acuerdo con él. Pero si has perdido tu trabajo y tu tarjeta de crédito te mira con ojos de cordero degollado, no es en absoluto sencillo.

Hace un tiempo yo misma pasé por una situación financiera horrorosa. Pero aquí voy a exponer un par de ideas que a mí me ayudaron mentalmente, en mi actitud ante los problemas. Espero que para los lectores también pueda ser de utilidad.

Recopila los datos que conoces

Antes dije que en realidad sabíamos todo lo necesario sobre dinero. Puede que exagerara un poco. A todos nos hace falta más autoconocimiento y más capacidad para comprender las cosas. Para resolver tus problemas financieros, lo primero que tienes que tener muy claro es cuál es realmente el problema:

¿Tus gastos están fuera de control?
¿Necesitas ganar más dinero?
¿No eres capaz de organizarte?

A veces, la gente simplemente va por ahí con la vaga impresión de sentirse superados por su situación financiera. Hay que abandonar esa inconcreción y responder a la pregunta clave: ¿Cuál es el problema que quiero solucionar?

Una vez que conoces cuál es el problema, tienes que entender cuáles son las posibles vías de solución, y las mejores. Habla con expertos. Habla con amigos que hayan pasado por una experiencia similar. Consulta este blog y otros que son excelentes (si hablas inglés, no te pierdas getrichslowly.org). Hay montones de recursos que están a su disposición -y lo mejor es que la mayoría son gratis. Abre tu mente y sé imparcial. No tienes que tomar decisiones ahora mismo. Sólo estás recopilando información.

Busca la claridad

El éxito financiero suele depender más de ti mismo que las circunstancias.

¿Qué es lo que haces mal? ¿Cómo te saboteas a ti mismo? Todos tenemos defectos de carácter. ¿Cuales son los tuyos? ¿Eres perezoso? ¿Es por eso que has dejado de hacer seguimiento de tus gastos? ¿Es por eso por lo que estás sentado en un sofá en lugar de buscar trabajo?

Tal vez tu problema sea el egoísmo y no la pereza. ¿Discutes con tu pareja sobre dinero? O el temor, ¿has dejado de invertir porque te da miedo? O puede que sea la arrogancia, ¿puede tu propio orgullo haber alejado de ti a personas que podrían haberte dado buenos consejos?

Si quieres mejorar el campo financiero, lo primero que tienes que hacer es ser honesto contigo mismo. Es esta falta de sinceridad lo que mantiene a la gente probando un sistema tras otro sin conseguir nunca el éxito. Siguen buscando el bálsamo de fierabrás que solucione sus problemas. Descubre tus propios defectos y apréstate para combatirlos.

Sólo tienes que tener las ideas claras y empezar por algo, no sólo pensarlo.

Al escribir sobre defectos del carácter, por favor no penséis que estoy señalando a nadie. Yo misma tengo una lista enorme de ellos. Afortunadamente, estas técnicas me han ayudado, aunque aún me queda mucho por recorrer y mentiría si dijera que mis finanzas han dejado de preocuparme. Aun así, he conseguido una cierta paz mental a ese respecto.

2 Responses to “Serenidad financiera – El ingrediente que nos falta”

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  2. ¿Cuánto es suficiente? | Comparativa Bancos

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