Los responsables de la situación financiera

Queridos inversores, ya llevamos varios meses en los que periódicamente intentamos explicar y acercar a los “pequeños y medianos ahorradores e inversores”, el origen del problema en el sector bancario, su recorrido y las consecuencias que la actual crisis económica y financiera sigue ocasionando con grave daño sobre sus bolsillos tan castigados y doloridos. Por todo ello, veamos quienes en parte son: “Los responsables de la situación financiera”.

Existen miles de explicaciones técnicas sobre cómo se produjo el desastre financiero en el sector bancario español –entre otros países comunitarios- pero nosotros como siempre en el lenguaje coloquial que nos caracteriza, intentaremos resumirlo de la forma más clara y entendible posible para el lector interesado en conocerlo de una manera básica.
En la actualidad se utilizan diversos argumentos para señalar con el dedo acusador a la avaricia y el ansia monetaria humana como origen del problema, pero debemos contemplar otros factores –menos humanos- que confluyen para haber llegado a esta difícil situación de la banca. Veamos algunos de ellos:

  1. Sistema financiero mal regulado e incluso carente de “cortafuegos” que aíslen los problemas de cada entidad sobre las otras y que arrastren fondos públicos para su salvación.
  2. Falta de previsión política ante la crisis de los distintos poderes ideológicos gobernantes tanto a nivel financiero central como autonómico o local.
  3. Lentitud e ineptitud inicial en la respuesta dada en los primeros meses previos a la crisis para atajar o amortiguar los efectos de ésta sobre el sistema bancario español.
  4. Creencia política y bancaria errónea de que la crisis financiera podía ser pasajera e incluso más leve para el país debido a la fortaleza virtual del sector, a la que añadir “falsedad o inexactitud en las cuentas”, con balances que a posteriori se demostraron “inflados de forma temeraria… cuando no -supuestamente- delictiva.
  5. El mayor de los problemas y foco de “la extensión en la infección”, ha sido la falta flagrante de control de riesgos por parte del principal órgano supervisor de la banca española que es el Banco de España y por último, el consentimiento manifiesto mantenido durante años del Banco Central Europeo –BCE- máximo organismo comunitario encargado de velar por la estabilidad y buena gestión monetaria de la zona euro.

Si consideramos que la función esencial de los bancos es la de prestar dinero a los ciudadanos para que estos puedan emprender negocios que generen trabajo/beneficios y que puedan devolver el capital -más unos intereses pactados- que servirán de ganancia para la entidad financiera…¿Qué ha fallado en el sector bancario?

Pues lo que falló, fue que los bancos utilizaron un dinero ajeno de forma arriesgada rompiendo su histórico ritmo de funcionamiento en la captación de capital y control de riesgos reglamentarios con nefastas medidas como:

  • Petición de dinero mediante productos bancarios dirigido a todo tipo de clientes sin discriminación sobre el tipo de ahorrador e inversor y los riesgos monetarios que éste pueda asumir.
  • Solicitud de préstamos incontrolados al mercado interbancario –deuda a corto plazo-
  • Aceptación de préstamos personales como pueden ser las hipotecas con duraciones de 30 ó 35 años y empresariales especulativos de alto riesgo y a largo plazo.
  • Actitud casi paranoide y compulsiva de las entidades financieras en la competencia del sector por la asignación de préstamos de forma temeraria.

COMENTARIOS Y CONSEJOS

Todo pudo ir bien si los bancos no se hubiesen encontrado con un serio problema y es que los préstamos los adjudicaron a largo plazo y deberían pedir prestado capital a unos tipos de interés muy por encima de lo que se pagaba por préstamos a corto y todas las entidades se vieron abocadas al “chorro” del mercado interbancario por lo que éste se disparó, dejando inviable el futuro financiero de muchos nuevos bancos.

Lo que le siguió a este colapso bancario fue la irrupción en escena del Banco Central Europeo, como último prestamista, durante un breve periodo de tiempo que sirvió de salvavidas eventual mientras se buscaban soluciones improvisadas en el sector vía fusiones e integraciones del diseminado, fragmentado y politizado mercado de las Cajas de Ahorros españolas.

Pero en el mercado del dinero todo el mundo a nivel internacional detecta rápidamente las debilidades financieras de cualquier nación y las aprovecha para beneficio propio especulando contra los intereses estatales o comunitarios, hasta forzar la adopción de medidas contundentes que disuadan a los “aprovechados de turno”, que en forma de calificaciones crediticias con rating a la baja y prima de riesgo disparadas terminan consiguiendo unas altas rentabilidades por sus inversiones, a costa de los “recortes y penurias” que deberán pasar los ciudadanos afectados de esos países “díscolos” por la negligencia o incompetencia de sus propios dirigentes.


Llegado a este punto, solo nos queda una duda…¿La culpa es del mercado, los bancos o de nuestros gestores?…Las cuestiones se pueden debatir desde distintos puntos de vista financieros pero solo tenemos una clara y nítida convicción…lo pagarán especialmente las clases medias y bajas, cada uno a su manera…¡¡¡Como siempre!!!

(Ver artículos¿Qué significa crear un banco malo?yEl poder de los mercados financieros).

La frase elegida para este artículo dice así: “Si me engañas una vez, tuya es la culpa. Si me engañas dos, la culpa es mía”, Anaxágoras.
Nosotros desde Consejos de Bolsa, seguiremos explicando y comentando sobre economía y finanzas para lectores como usted. Esto será otro día.

One Response to “Los responsables de la situación financiera”

  1. Paco H. H.

    Gracias por dar información clara. El que quiera ver, que vea porque se explica claro. Uno no sabe que hacer porque los bancos no se merecen mis ahorros. Prefiero meterlo en otros sistemas, como el Plan Lebrija de energía solar, y es un ejemplo, de economía participativa generando energía limpia. Pierdo rentabilidad y supuestas altas comisiones pero gano en ética.

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