¿Qué son activos y pasivos?

El lenguaje financiero está lleno de términos especializados que, para el gran público menos acostumbrado a estos temas, les supone y genera serias dudas a la hora de entender y asimilar los distintos conceptos a los que van referidos y su utilidad en situaciones de requerir –por ejemplo- algún servicio bancario, realizar transacciones inmobiliarias o mercantiles.

Para seguir con la formación financiera y bursátil de nuestros lectores habituales en esta sección de Consejos de Bolsa, utilizando el habitual lenguaje coloquial destinado especialmente para los pequeños y medianos inversores, veamos en que consiste y como se diferencian los llamados “activos y pasivos”. La compra de pasivos a lo largo de nuestra vida contrasta con la formación de parte de la ciudadanía en la adquisición de productos que se conviertan en activos futuros y la enorme confusión generada desde hace años ha ocasionado que parte de la clase media social no tenga la costumbre o el hábito de potenciar el ahorro sistemático y la inversión responsable con vista a mejorar progresivamente su calidad de vida personal y familiar.

DIFERENCIA ENTRE ACTIVO Y PASIVO

Se puede considerar de forma muy elemental que un activo es aquel producto o bien que genera ingresos para su poseedor y un pasivo es lo contrario, es todo lo que nos ocasiona gastos. La primera definición se refiere a lo que nos produce un aumento patrimonial de forma puntual o recurrente y la siguiente es lo opuesto, lo que nos provoca pérdidas en nuestro capital de manera periódica o en un acto financiero.

EJEMPLOS DE ACTIVO Y PASIVO

• Un buen ejemplo de activo: Puede ser el tener acciones de una empresa, los títulos suelen generar ingresos –no siempre- para el accionista mediante el pago trimestral, semestral o anual de dividendos, además, de acumular posibles revalorizaciones en el precio de las acciones a la hora de ejercer su venta con sus consiguientes plusvalías.
• Un pasivo muy reconocido: ¿Quién no se ha comprado un coche?… Este es el mejor y más habitual ejemplo de pasivo. La compra de un vehículo es algo cotidiano que casi todo el mundo realiza a lo largo de su vida y evidentemente, existe un dicho coloquial que indica: “Pierde dinero en el momento que sale del concesionario”. Y es una verdad muy real, dado que los gastos que produce y la depreciación de este bien es progresiva según su antigüedad y solo regulada o atenuada por el estado de conservación del mismo a lo largo de los años.

LA VIVIENDA: ¿ACTIVO O PASIVO?

Esta pregunta hace unos años (pre-crisis) sería contestada de forma abrumadora por los ciudadanos españoles con la respuesta…¡¡ES UN ACTIVO!! … No obstante, las cosas han cambiado mucho desde entonces y lo que antes era “el becerro de oro urbanístico”, ahora se ha convertido en un quebradero de cabeza por la gran depreciación del valor a la hora de proceder a su venta por parte de sus propietarios. La consideración histórica de que la posesión de una vivienda en propiedad siempre valdría más se ha demostrado errónea, en situaciones o ciclos económicos adversos como el actual.

Pues, aunque la euforia compradora de inmuebles en los pasados años cayera en depresión urbanística a partir del año 2007, la adquisición de una vivienda siempre será un buen activo si se realiza su compra en el momento adecuado, huyendo de modas, booms o fuertes especulaciones alimentadas por estudiadas campañas mediáticas. Solo las distintas circunstancias personales o financieras de cada individuo convertirán este preciado bien en un activo de futuro o por el contrario, un nefasto pasivo muy negativo para su patrimonio.

CONCLUSIONES: ¿ACTIVO O PASIVO?

Como solemos recordar habitualmente a nuestros lectores, en esto de los mercados financieros y la inversión nada suele ser totalmente blanco o negro. La adquisición de un producto no tiene que ser obligatoriamente una carga monetaria por su origen o naturaleza intrínseca, más bien, serán las circunstancias del mercado las que pasado un tiempo decidan si la apuesta inicial del inversor o ahorrador fue la acertada convirtiendo su acción en la adquisición de un activo o pasivo…¡¡ Para su bolsillo !!

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La frase elegida para este artículo dice así:

Las cosas sólo tienen el valor que les damos.

Molière