No malgastar nunca todo el día

Durante estas vacaciones navideñas mucha gente pasa su tiempo viajando o descansando tras pasar algunos días con la familia. Algunos puede que se estén preparando para ir al aeropuerto en este mismo momento, o esperando a que salga su vuelo.

Es muy tentador pasar el día haciendo nada o muy poco. ¿Por qué no echarse una siesta o ver una película? ¿Por qué no vegetar delante del televisor o navegar tranquilamente por Internet?

En lugar de eso, mi sugerencia es que pasemos el día ocupándonos de cosas que tenemos pendientes.

En lugar de echarnos la siesta, ¿por qué no escribimos en un papel las cosas que tenemos en mente, y después las transformamos en una lista de acciones concretas que podemos llevar a cabo?

En lugar de estar tumbados en el sofá viendo la tele, ¿por que no poner en orden nuestros papeles, o hacer limpieza en la despensa?

En lugar de pasar el tiempo navegando por Internet, ¿por qué no repasamos con atención nuestras cuentas online, o abrimos una que nos dé un mejor interés para poner en ella algunos ahorros?

Lo sé, lo sé. Muchos estaréis pensando, “eh, necesito algo de tiempo para relajarme”. No parece muy divertido pasarse todo el día haciendo ese tipo de cosas, especialmente con el estrés y el gasto de energía que solemos tener en estas fechas.

Esto de acuerdo – debemos aprovechar los días libres para relajarnos. Sin embargo, pasar todo el día relajándonos puede tener un efecto contraproducente, y al día siguiente no tendremos mucha energía tampoco. No queremos hacer nada. Piensas en las cosas que habrías podido hacer con el tiempo que tenías y que siguen pendientes, y te deprimes. Sientes que tienes menos iniciativa.

Así que esta es mi propuesta: pasa una hora haciendo algo muy relajante. Date un masaje. Echa la siesta. Pasa un rato con tu pareja. Da una vuelta, o sal a correr. Haz yoga o estiramientos. Meditación. Dedica esa hora de tu tiempo a la actividad que más te relaje.

Tras este pequeño descanso, pasa el resto del día haciéndote cargo de las cosas que necesitas hacer. Sí, es cierto que en estos momentos todos tenemos más compromisos familiares y sociales, pero es raro que nos lleven el día completo.

Entonces podrás irte a dormir con la satisfacción de haber puesto en orden algunos de tus asuntos y con el sano sentimiento de que estás cansado porque has hecho un esfuerzo. Día a día, te estarás volviendo cada vez más productivo – haciendo que el tiempo de ocio y relajación sea eso, y no una forma de vegetar – mientras que el resto del día es provechoso y satisfactorio.

Un día bien empleado es aquel en el que nos vamos a la cama cansados por todo lo que hemos hecho y logrado, y no simplemente porque nuestro reloj biológico nos avisa de que es hora de dormir.

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