España e Italia serían las perdedoras con el nuevo plan de recapitalización de bancos de la UE

España e Italia serían las perdedoras con el nuevo plan de recapitalización de bancos de la UELos bancos italianos, portugueses y españoles se llevarían la peor parte en el plan de 100.000 millones de euros que se prepara para recapitalizar a los bancos europeos, mientras que sus competidores británicos, alemanes y franceses podrían evitar el tener que conseguir capital adicional.

Los legisladores europeos, tratando de llegar a un acuerdo en Bruselas mañana acerca de cómo poner coto a la crisis de la zona euro, podrían forzar a los bancos a incrementar su porcentaje de capital principal del 5% establecido por en los últimos tests de estrés al 9%.

Los bancos que tendrían que conseguir mayor cantidad de capital serían el UniCredit SpA (UCG), el mayor banco de Italia; el Banco Comercial Português (BCP), el segundo mayor banco de Portugal; y el español BBVA.

Sin embargo, los bancos podrían valorar su deuda pública a precio de mercado en lugar de por su valor nominal, lo que permitiría amortiguar parte de los costes provocados por la deuda pública de los países periféricos. Esto beneficiaría a bancos ingleses y alemanes como el Royal Bank of Scotland (RBS) o el Deustche Bank (DBK), además de a los bancos franceses.

Es decir, se estaría beneficiando a los bancos del norte de Europa y perjudicando a los países periféricos. No obstante, permitir compensar las pérdidas de unos bonos de deuda pública con los beneficios de otros tal vez no sea el mejor mensaje a la hora de tranquilizar a los mercados, y además no resuelve en absoluto la crisis de deuda griega.

En principio, tanto el Banco Santander como el BBVA podrían necesitar 3.100 millones de euros cada uno, el Banco Popular necesitaría incremental su capital principal en 2.800 millones, el Banco Sabadell necesitaría 2.000 millones y Bankinter 914 millones.

La gran pregunta es si países como Italia o España podrán conseguir esas cantidades de dinero, mientras que Portugal y Grecia lo tendrán extremadamente difícil, por no decir imposible.

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