Decir “lo haré más adelante” es una receta para el fracaso

Mi mesa es un desastre. Debería limpiar todos los papeles que no sirven y ordenarla en condiciones, pero hace buen día y en este momento prefiero ir a la playa. Así que me digo: “la limpiaré más adelante” y me voy a tomar el sol. Una semana después, mi mesa sigue siendo un desastre.

En este momento no estás ahorrando nada, gastas todo lo que ganas porque necesitas comprarte una tele más grande, pagar las letras del coche, etc. Así que te dices, “empezaré a ahorrar más adelante”. Cinco años después, sigues sin haber ahorrado ni un céntimo.

Tienes sobrepeso. En su día estaban bien pero dejaste de hacer deporte y a descuidar la dieta y es engordado demasiado. Te gustaría volver a hacer ejercicio, pero tienes tanto que hacer que piensas, “haré ejercicio más adelante, en cuanto tenga tiempo”. Varios meses después, aún no has encontrado el tiempo suficiente.

Estás lleno de deudas, pero acaba de empezar el verano y quieres irte de vacaciones. Así que te dice, “en cuanto regrese, empezaré a pagarlas”. Al año siguiente, tu situación financiera es incluso peor (si eso es posible).

Volver a estudiar, encontrar un trabajo diferente, controlar tus gastos, dejar de fumar, mejorar tu relación con un familiar… hay montones de cosas que deberíamos hacer desde ya, pero en lugar de eso, nos decimos: “mi yo futuro lo hará”.

¿Sabes qué? Tampoco podemos fiarnos de nuestro yo futuro. Seguro que él o ella encontrará cosas mucho más divertidas que hacer, y volverá a dejar para más adelante las tareas que tiene que llevar a cabo.

De hecho, es mucho más fácil que en el futuro vuelvas a caer en lo mismo, porque ya habrás establecido ese patrón de comportamiento.

Si quieres hacer algo con éxito, no permitas que tu yo futuro se haga cargo del asunto. Si quieres mejorar tu estado financiera, perder peso, ahorrar o limpiar tu mesa, empieza a hacerlo ahora.

No busques excusas solo porque quieras hacer algo divertido hoy. Siempre queremos hacer cosas divertidas, lo que significa que siempre tendremos una “buena” razón para evitar las tareas que se nos hacen más pesadas.

¿Vas a empezar desde hoy, o permitirás que tu yo futuro siga tu ejemplo y tampoco haga las cosas que tiene que hacer?

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